Ácido Láctico

Es un alfa-hidroxiácido de origen natural producido mediante la fermentación del azúcar que trabaja como agente exfoliante, rejuvenecedor de la piel y reductor de arrugas considerado este tipo un alfa-hidroxiácido propio de nuestra piel.

Retrasa el envejecimiento de la piel mediante la estimulación de la descamación de las células muertas de nuestra piel y la renovación celular lo que lleva a conseguir una mejora en la suavidad y textura de nuestra piel, además también aumenta la producción de colágeno.

Esto lo consiguen a través de una disminución de la cohesión de las células de la capa inferior del estrato córneo, lo que fomenta el desprendimiento de las células muertas en la superficie y, por tanto, provoca un aumento de la tasa de renovación celular

Extracto de Arándano Silvestre (Vaccinium Myrtillus), Extracto de Caña de Azúcar (Saccharum Officinarum), Extracto de Naranja (Citrus Aurantium Dulcis), Extracto de Limón (Citrus limon) y Extracto de Arce Azucarero (Acer Saccharum)

La mezcla de estos 5 extractos son un activo rico en alfa hidroxiácidos ya que se encuentran de forma natural en estas plantas.

Entre sus funciones podemos destacar su capacidad para mejorar la hidratación y la renovación celular al mismo tiempo que mejora la producción de los componentes estructurales como el colágeno y los glicosaminoglicanos, revirtiendo la atrofia cutánea. Muy indicados para mejorar el tono y la condición de la piel al mismo tiempo que mejora su textura en general.

Nuestro activo está basado en extractos de 5 plantas que proporcionan alfa hidroxiácidos naturales a la piel: ácido láctico, ácido glicólico, ácido cítrico, ácido málico y ácido tartárico.

En conjunto, consigue iluminar la piel, ayudando a normalizar la piel al debilitar la adhesión de los corneocitos en el estrato córneo, mejorando la exfoliación y potenciando la proliferación celular.

El uso de este activo deja una piel más suave y tersa al mismo tiempo que la hidrata y disminuye la aparición de las arrugas.

Miel, Ácido Lactobiónico y Gluconolactona

Tanto el ácido lactobiónico como la gluconolactona son polihidroxiácidos, los cuales se definen actualmente como la nueva generación de alfa-hidroxiácidos.

Esta mezcla de los 3 componentes refuerzan los beneficios de los polihidroxiácidos, complementando su efecto hidratante y protector con la miel.

Tanto los alfa hidroxiácidos como los polihidroxiácidos favorecen la descamación del estrato córneo debido a un debilitamiento de la cohesión entre los corneocitos. Además, pueden actuar en capas más profundas de la epidermis afectando incluso a la estructura de la dermis y redensificando la piel ya que actúa sobre la síntesis de colágeno y ácido hialurónico que son los principales componentes de la matriz extracelular.

La principal diferencia entre los alfa hidroxiácidos y los polihidroxiácidos es la gran tolerancia que presentan los polihidroxiácidos gracias a su mayor tamaño molecular que permite una penetración más gradual, generando una mejor tolerancia en pieles sensibles.

Además, tienen una mayor capacidad para retener moléculas de agua lo que mejora los niveles de hidratación y mejora la suavidad de la piel.

Importante destacar su gran efecto antioxidante, que es similar al que presentan la vitamina C y E.

Todo esto hace que los polihidroxiácidos sean un ingrediente ideal para prevenir el envejecimiento prematuro y los daños solares.

La gluconolactona, se encuentra de forma natural en nuestra piel, proporciona una acción progresiva menos irritante debido a su mayor masa molecular. Además entre sus funciones podemos destacar el refuerzo de la barrera de la piel, la mejora de la luminosidad de la piel y la reducción de los signos del envejecimiento, todo esto sin provocar irritación o malestar cutáneo. Su capacidad para mejorar la hidratación se debe a sus grupos hidroxilos que tienen propiedades humectantes al ser capaces de atraer agua y establecer puentes de hidrógeno.

Por su parte, el ácido lactobiónico se caracteriza por la presencia de D-galactosa, un azúcar necesario para la síntesis de glucosaminoglicanos (forman parte de la matriz extracelular). Al igual que la gluconolactona, presenta una fuerte capacidad humectante y además, tiene poder antioxidante cutáneo y evita la glicación de proteínas, lípidos y ácidos nucleicos. Por último, también estimula la formación de colágeno lo que previene el envejecimiento prematuro de la piel.

De esta forma, los polihidroxiácidos presentan las mismas funciones que los alfa hidroxiácidos pero con menos capacidad de irritación lo que hace posible su uso en todo tipo de pieles, incluidas las sensibles, y durante todo el año.

Estos beneficios se ven complementados con la miel gracias a sus propiedades hidratantes, maximizando los efectos queratolíticos de éstos.

Los beneficios de esta mezcla de activos fueron estudiados en estudios in vitro. En estos estudios se comparó el efecto de nuestra mezcla con los de una mezcla de alfa hidroxiácidos sobre queratinocitos y fibroblastos:

• La mezcla de activos sobreexpresa de forma más eficiente un gen relacionado con la integridad estructural de las capas más internas del estrato córneo. De esta forma, mientras hay un efecto queratolítico se refuerza la cohesión interna de la epidermis.
• La mezcla de activos incrementa la expresión génica de genes relacionados con la hidratación tanto en queratinocitos como en fibroblastos, actuando en la hidratación tanto en la epidermis como en la dermis.
• La mezcla de activos no induce la expresión de genes implicados en la inflamación y relacionados con la irritación cutánea a diferencia de los alfa hidroxiácidos que sí lo hacen. 
• La mezcla de activos evita la expresión de los genes de varias metaloproteinasas (enzimas producidas por fibroblastos y queratinocitos que degradan macromoléculas de la matriz extracelular como colágeno y elastina) por lo que conserva el el funcionamiento óptimo de la matriz extracelular e influye en el manteniendo de una buena estructura dérmica, clave para la prevención del envejecimiento prematuro.
• La mezcla de activos es capaz de aumentar la producción de colágeno en fibroblastos, mejorando así la elasticidad y fortaleciendo las fibras de sostén.

Los peelings químicos consisten en la aplicación de diferentes agentes químicos con el objetivo de conseguir una eliminación limitada y controlada de la epidermis, siendo reemplazadas estas capas eliminadas por capas nuevas de mejor calidad; de esta forma conseguimos exfoliar y adelgazar la capa córnea y aumentar la renovación celular.

Los activos usados con esta finalidad son muchos y su capacidad para penetrar y eliminar estas capas es diferente.

Los peelings superficiales eliminan la epidermis sin ocasionar un daño complementario y consiguiendo una exfoliación y una posterior regeneración con importantes cambios y con nueva formación de colágeno con el uso continuo de estos activos.

Estos peelings son usados normalmente en tratamientos antienvejecimiento o trastornos de pigmentación, aunque su función suele ser a nivel superficial, la profundidad de acción depende del activo usado.

Los más usados son los alfa hidroxiácidos como el glicólico o el láctico.

Con estos tratamientos conseguimos tener una piel de mejor calidad, con menos manchas y arrugas, mejor textura y más luminosa.