Con el verano en pleno apogeo, no hay mejor momento para refrescar los conocimientos sobre protección solar.
Seguro que sabes cómo aplicarte correctamente el protector solar, y puede que estés familiarizado con el gran debate entre filtros minerales y filtros químicos. Puede que incluso hayas oído hablar del término “amplio espectro“, pero hagamos una pausa: ¿Sabes lo que significa realmente?
En caso de que necesites un repaso, un protector solar de amplio espectro es una fórmula que bloquea o absorbe tanto los rayos UVA como los UVB. Una distinción importante porque, aunque ambos tipos de rayos pueden dañar la piel y contribuir al fotoenvejecimiento, lo hacen de formas ligeramente distintas.
¡Profundicemos en la jerga de los protectores solares!
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Creo que todos sabemos que los rayos ultravioleta (UV) son una forma de radiación electromagnética que proviene del sol. Pero lo que quizás no sabes es que existen tres tipos de rayos UV: UVA, UVB y UVC, cada uno con diferentes longitudes de onda y efectos sobre la piel humana.
Antes de comenzar, es importante que sepas que la luz UVA y UVB no están dentro del espectro de luz visible que puede ver el ojo humano.
Todos los rayos de luz, incluidos los UVA y UVB, tienen diferentes longitudes de onda, medidas en nanómetros, o “nm” para abreviar. Para que nos hagamos una idea, un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro.
Algunos de esos rayos -como la luz azul- son visibles para nosotros, otros no.
Hablemos ahora de la luz UVA vs. UVB y de por qué hay que proteger la piel de ambas.
¿Qué son los Rayos UVA?
Según la Organización Mundial de la Salud, la luz UVA, también conocida como luz de onda larga, representa aproximadamente el 95% de la luz UV que llega a nuestra piel.
Los rayos UVA tienen una longitud de onda de 315 a 400 nanómetros; éstos pueden penetrar más profundamente en la capa dérmica, llegando hasta la capa más interna, la dermis y causar fotoenvejecimiento al dañar el colágeno.
Por eso, cuando se habla del daño causado por los radicales libres y el estrés oxidativo de la radiación UV (que puede contribuir a la aparición de líneas de expresión y de una piel frágil y arrugada), se tiende a centrar la atención en los rayos UVA; de hecho, las investigaciones han descubierto que puede llevar a un daño prolongado en la piel, que puede ser perjudicial a largo plazo y contribuyen más al fotoenvejecimiento.
Su mayor longitud de onda también puede atravesar las nubes y el cristal, por lo que los expertos recomiendan utilizar un protector solar de amplio espectro en interiores si se está expuesto a la luz natural a través de las ventanas.
Son también los principales responsables del bronceado. Cuando la piel es expuesta a los rayos UVA, las células cutáneas producen más melanina, el pigmento que da color a la piel, como una forma de protegerse. Sin embargo, este “bronceado” es en realidad una señal de daño.
Los rayos UVA también contribuyen al desarrollo del cáncer de piel. Pueden causar daño al ADN de las células cutáneas, lo que puede llevar a mutaciones y eventualmente al cáncer. En particular, son conocidos por contribuir al melanoma, el tipo de cáncer de piel más peligroso.
A diferencia de los UVB, que son más fuertes durante los meses de verano y en altitudes más altas, los UVA están presentes con la misma intensidad durante todo el año. Por eso siempre se recomienda el uso de protector solar todo el año, no solo en verano.
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¿Cómo puedes protegerte de ellos?
Es importante usar protector solar con un factor de protección solar (FPS) alto y de amplio espectro (UVA/UVB), incluso en días nublados. También es recomendable usar ropa de protección solar, gafas de sol que bloqueen los rayos UV y buscar sombra durante las horas pico de radiación solar.
Además, es aconsejable evitar las camas de bronceado, ya que emiten una cantidad concentrada de rayos UVA que puede ser perjudicial para la piel.
¿Qué son los Rayos UVB?
Por otro lado, los rayos UVB representan solo una pequeña porción de los rayos solares, aunque son significativamente más biológicamente activos que los UVA.
Cuentan con una longitud de onda más corta, de 280 a 315 nanómetros, y no pueden penetrar más allá de las capas superficiales de la piel, ni a través de las ventanas. Sin embargo, pueden reflejarse en superficies como el agua, la nieve o el asfalto, lo que puede aumentar la exposición.
Dicho esto, los UVB dañan las capas más externas de la piel, y la sobreexposición se asocia a inflamación cutánea y quemaduras solares (que es una reacción inflamatoria aguda de la piel a la exposición excesiva al sol). Dañan las células de la epidermis, la capa externa de la piel, causando enrojecimiento, hinchazón y dolor.
Aunque constituyen una pequeña fracción de la radiación solar, son mucho más potentes para causar quemaduras solares y daños en el ADN que los rayos UVA. Los UVB son los principales contribuyentes al desarrollo de cáncer de piel, incluyendo el melanoma maligno y los carcinomas de células basales y de células escamosas.
Su intensidad varía según la hora del día, la estación del año y la latitud. Son más fuertes entre las 10 y las 16h durante los meses de verano y en lugares más cercanos al ecuador.
A pesar de sus efectos dañinos, también tienen un papel beneficioso. Son esenciales para la producción de vitamina D en la piel. La vitamina D es una vitamina liposoluble que es vital para la salud ósea y el funcionamiento inmunológico, entre otros roles.
El valor FPS que figura en las etiquetas de los protectores solares está vinculado a la luz UVB: la cifra indica cuánta UVB puede filtrar un protector solar.
¿Cómo puedes protegerte de ellos?
La protección contra los rayos UVB implica limitar la exposición al sol durante las horas pico, usar protector solar con un factor de protección solar (FPS) alto, llevar ropa protectora y gafas de sol, y realizar chequeos regulares de la piel para detectar signos tempranos de cáncer.
Si todo esto te parece un poco difícil de recordar (¡comprensible!), aquí tienes un consejo rápido que te ayudará a recordarlo: Imagina que la “A” de UVA significa “envejecimiento”, mientras que la “B” de UVB significa “quemaduras”.
Esto no significa que debas protegerte de uno u otro, ¡tienes que protegerte de ambos! Pero puede ser útil saberlo cuando busques en el mercado y descifres las etiquetas de los protectores solares.
¿Nuestro favorito? Bueno, nos encantan las opciones no nanominerales, concretamente las que contienen óxido de zinc, así que te recomendamos el Protector Solar SPF50 Natural de Nezeni.
El óxido de zinc es un mineral que refleja la luz de la superficie de la piel, incluidos los rayos UVA de longitud de onda más larga. Es uno de los dos únicos ingredientes activos minerales -también denominados “no químicos”- de los protectores solares, pero es el único que bloquea eficazmente los rayos UVA, ya que el dióxido de titanio no lo hace.
Además, las opciones minerales tienen otras ventajas:
- Los ingredientes no se absorben en la piel, sino que se sientan en la superficie y reflejan los rayos UV. Por el contrario, los ingredientes de los protectores solares químicos son absorbidos por la piel y pueden causar irritación o reacciones alérgicas en algunas personas, por no hablar de las consecuencias negativas en la salud que potencialmente puede ocasionar.
- Tienden a ser menos irritantes para la piel, lo que los hace más adecuados para personas con piel sensible o con condiciones como el acné o la rosácea.
- Son mejores para el medio ambiente. Algunos protectores solares químicos contienen ingredientes como oxibenzona y octinoxato, que se han demostrado perjudiciales para los corales y la vida marina. Muchos lugares con arrecifes de coral, como Hawái y Key West en Florida, han promulgado prohibiciones sobre estos ingredientes.
- No liberan calor al reflejar la luz solar. Por el contrario, los filtros químicos absorben la radiación UV y la convierten en una pequeña cantidad de calor, lo cual puede ser incómodo para algunas personas.
Sin duda, las versiones minerales son la mejor opción para proteger tu piel.
Debemos insistir en que tanto los rayos UVA como los UVB pueden ser perjudiciales para la piel, y un buen protector solar (es decir, de amplio espectro) protegerá contra ambos. Puede que hagan cosas diferentes a nivel molecular, pero ambos pueden causar estragos en la piel.
Si tienes alguna duda acerca de nuestros productos o protocolos de belleza, estaremos encantadas de ayudarte a través de nuestro contacto: [email protected].