El envejecimiento es un proceso natural que nos afecta a todos, por muy acertada que sea nuestra rutina de cuidado de la piel. En algún momento seremos testigos de la aparición de arrugas y líneas de expresión en nuestro rostro, veremos cómo nuestra piel pierde elasticidad y cómo cambia su tono.
Pero no tenemos las manos atadas como puede parecer. A pesar de que el envejecimiento es algo que no podemos detener directamente, hay ciertas cosas que podemos hacer y cambiar en nuestros hábitos de vida que harán que este proceso se detenga, al menos por el momento.
Haciendo sutiles cambios en tu rutina diaria, puedes evitar que tu piel envejezca prematuramente. Y no es un proceso tan tedioso como parece. Estos cambios son bastante fáciles de implementar, y llevan muy poco tiempo.
¿Quieres saber cómo prevenir el envejecimiento de la piel, así como reducir los signos de envejecimiento prematuro? Solo tienes que seguir leyendo.
Cómo se produce el envejecimiento
¿Te has preguntado alguna vez qué hay debajo de la epidermis? En realidad hay una combinación de colágeno y elastina, proteínas que mantienen nuestra piel elástica y firme. Esto es lo que devuelve a su sitio la piel que pellizcamos.
Sin embargo, a medida que envejecemos, la cantidad de estas proteínas disminuye y se debilita, lo que da lugar a una piel flácida y suelta. Pero, ¿son el colágeno y la elastina los únicos culpables del envejecimiento prematuro de la tez? La verdad es que el envejecimiento es un proceso mucho más complicado.
No sólo cambia la cantidad de proteínas, sino que nuestra piel también se vuelve más fina. Esto va de la mano con la pérdida de grasa en el rostro, inevitable a medida que envejecemos.
Quizá el factor más importante en lo que respecta al envejecimiento cutáneo sea la genética. La genética es el factor que más influye en el aspecto que tendrá nuestra tez cuando seamos mayores. Y aunque no puedes cambiar tu código genético, aumentas las posibilidades de tener una piel tersa y firme a largo plazo poniendo en práctica los siguientes consejos.
El siguiente cambio notable que se produce es el de la textura. Nuestra piel se vuelve más áspera y suele ir acompañada de hiperpigmentación y manchas oscuras, especialmente si no la hemos protegido a lo largo de nuestra vida.
Por desgracia, no se puede influir en ninguno de estos procesos. El envejecimiento es algo natural que le ocurre a todo el mundo. Pero no desesperes. Lo que sí puedes hacer es realizar algunos ajustes en tu día a día que se traducirán en grandes mejoras en el futuro.
Cómo prevenir el envejecimiento de la piel a los 20 años
Es fácil descuidar la piel a los veinte años. Pero si no prestas atención a las necesidades de tu cutis a tiempo, te pasará factura en unos pocos años. Estas son algunas de las cosas que puedes hacer en la veintena para cuidar tu piel antes de que sufra algún daño.
En primer lugar, deberás utilizar protección solar a diario. Los daños causados por el sol pueden hacer que tu piel parezca más vieja de lo que es, así que adquirir el hábito de proteger tu piel del sol es crucial si quieres evitar cualquier mancha solar o arruga prematura. El Gel Solar SPF 50+ de Nezeni es perfecto a cualquier edad y para todos los cutis, además ofrece una alta protección para proteger la piel de la radiación UVB y UVA.
Si eres una ávida usuaria de maquillaje, asegúrate de quitarte todo el maquillaje por la noche antes de irte a la cama y continua con una crema hidratante adecuada. Dormir con el maquillaje no te traerá nada bueno, y puede provocar brotes y congestión. Con el Agua Micelar Todo en 1 de Nezeni es realmente rápido y sencillo acabar con cualquier resto de maquillaje, contaminación y suciedad. ¡Y no necesita aclarado!
Prestar atención a tu dieta también es clave para maximizar el potencial de tu dermis. Bebe mucha agua y obtén suficientes antioxidantes añadiendo más frutas y verduras a tu dieta.
Cómo prevenir el envejecimiento de la piel a los 30 años
En general, la piel empieza a mostrar los signos del envejecimiento al entrar en la treintena. Aunque la forma en que envejece está determinada en gran medida por los genes, aquí tienes algunas medidas que puedes tomar para ayudar a tu tez tanto como puedas.
La regla de la protección solar se aplica a todas las décadas de tu vida, así que asegúrate de usar protección solar todos los días antes de salir a la calle. Además, presta más atención a los ingredientes del cuidado de tu piel, e intenta incluir más antioxidantes y más activos para reforzar la estructura cutánea.
Si estás buscando un buen producto antienvejecimiento, incluir una crema con colágeno te será definitivamente útil, dado que tus reservas de esta proteína probablemente estén mermando. La Crema Colágeno Nutritiva de Nezeni contiene una alta concentración de colágeno hidrolizado -para que penetre mejor en las capas profundas de la dermis-, además de silicio y múltiples antioxidantes para luchar contra los radicales libres.
Cómo prevenir el envejecimiento de la piel a los 40 años
A medida que se envejece, la tez tiende a volverse más seca. La piel seca resalta las líneas de expresión y las arrugas, por lo que el primer paso, y probablemente el más importante, a los cuarenta años es nutrirla en profundidad con una buena crema nutritiva, como la de Colágeno de Nezeni.
Beber mucha agua también ayudará a hidratar la piel por dentro. Incluir la exfoliación regular en tu rutina es un hábito importante ya que la exfoliación facilita la absorción de los productos y le da a tu piel una mejor textura.
También puedes invertir en un sérum de calidad, preferiblemente uno que contenga activos antiedad, vitamina C y ácido hialurónico, como el Serum Antiage de Nezeni, que hará que tu cutis esté más terso e hidratado.
Mantener un estilo de vida saludable es muy importante a los cuarenta años. Presta atención a los alimentos que comes, a las horas que duermes al día y a tus niveles de estrés.
Cómo evitar el envejecimiento de la piel
¿Quieres mantener tu piel sana y joven a largo plazo? Entonces pon en práctica todos estos consejos.
Aplica protector solar a diario
Es fácil de olvidar, sobre todo si el día está nublado; pero si echas un vistazo a todo lo que arriesgas al no aplicarte protección solar cada vez que sales de casa, casi seguro que conseguirás la motivación para convertir el protector en tu mejor amigo.
Al no proteger tu piel del sol, te arriesgas a:
- manchas solares e hiperpigmentación
- arrugas y líneas de expresión
- rotura de los vasos sanguíneos
- mayor riesgo de cicatrices
- quemaduras
La exposición al sol acelera el proceso de envejecimiento y aumenta las posibilidades de que aparezcan líneas y arrugas. ¡Y ninguna queremos eso!
Una de las formas más sencillas de prevenir este efecto secundario, es aplicando un protector solar con un FPS 50 siempre que salgas al exterior. Además, también puedes protegerte la cara con un sombrero y el contorno de los ojos con unas gafas de sol.
Crea una rutina de cuidado de la piel adecuada
Es absolutamente crucial que determines tu tipo de piel lo antes posible. De este modo, podrás elegir con mayor facilidad los productos de cuidado facial que vas a utilizar, lo que te proporcionará una tez sana a largo plazo.
Si estás en la veintena o en la treintena, elegir una crema hidratante con beneficios antienvejecimiento puede ser una buena idea. Es mejor y más fácil prevenir las arrugas que tratarlas. Los antioxidantes también son una buena opción si quieres frenar el envejecimiento. Puedes añadirlos a tu rutina habitual de cuidado de la piel a partir de los 20 años. Esto te ayudará a prevenir cualquier signo prematuro de envejecimiento.
Evita utilizar productos químicos agresivos y cosméticos con una lista interminable de ingredientes. En su lugar, prueba a utilizar productos suaves con ingredientes naturales durante algún tiempo y observa cómo reacciona tu cutis a ellos.
Elige un limpiador apropiado para tu tipo de piel y lávate la cara dos veces al día. Un lavado excesivo puede provocar sequedad en la piel, lo que a su vez puede dar lugar a la aparición de arrugas, por lo que conviene evitarlo. Lavarse el cutis es muy importante porque elimina todas las impurezas que se han acumulado en los poros a lo largo del día, así como el sudor o los contaminantes ambientales.
Ya hemos hablado del cuidado de la piel del rostro, pero ¿qué pasa con el cuello y el escote? Es muy habitual descuidar estas zonas hasta que es demasiado tarde. Después de todo, son las primeras áreas en mostrar signos de envejecimiento. Debes tomarte su cuidado y protección de igual forma que la de tu rostro. Aplícate una crema hidratante antiedad con regularidad, preferiblemente la misma que usas en la cara, ya que proporciona un cuidado extra.
Evita tocarte innecesariamente la cara y el área de los ojos
Todos somos culpables de tocarnos la cara de vez en cuando, sobre todo con las manos sucias. Y es un hábito difícil de eliminar, ya que lo hacemos sobre todo a nivel subconsciente.
Evita tocar y estirar innecesariamente la piel del contorno del ojo y de la cara en general. La piel de debajo de los ojos es muy fina y sensible, y si la frotas y la tocas corres el riesgo de romper los vasos sanguíneos que se encuentran debajo, o causar flacidez. Esto puede provocar la aparición de ojeras, bolsas y un aspecto apagado en general.
También es recomendable incluir una crema de contorno de ojos para esta zona tan delicada. Hay algunas diseñadas específicamente para combatir las arrugas y patas de gallo que contienen muchos beneficios antienvejecimiento como el Contorno de Ojos Antiage de Nezeni, que además aporta una gran hidratación. Al hacerlo, estarás retrasando cualquier aparición prematura de arrugas.
Presta atención a tu dieta
Todos sabemos que una dieta sana y equilibrada, rica en frutas y verduras, es crucial para un cuerpo sano, pero ¿sabías que también puede afectar al aspecto de tu piel?
La ciencia ha demostrado una y otra vez que los alimentos vegetales llenos de vitaminas, minerales y antioxidantes tienen la capacidad de prevenir cualquier daño en la piel, lo que minimiza las posibilidades de envejecimiento prematuro.
Confía en que tu cuerpo agradecerá el esfuerzo que pongas en tu dieta y lo demostrará en tu cutis, así que intenta incluir la mayor cantidad posible de ellos.
Los mejores alimentos antienvejecimiento que puedes incluir en tu dieta son la papaya, el pimiento rojo, las espinacas, el brócoli, los arándanos, las frambuesas, las fresas, la granada, las nueces, el aguacate, los boniatos y el kale. Cuando planifiques tu próxima comida, intenta incluir al menos dos de ellos y pronto verás los cambios en tu piel.
En cuanto a las vitaminas y los antioxidantes, intenta añadir más alimentos que contengan vitamina C, vitamina E, vitamina A y biotina, cruciales para un cutis resplandeciente.
Ahora que hemos hablado de todo lo que deberías incluir en tu dieta, vamos a mencionar qué alimentos están obstaculizando tu progreso hacia una tez sana y brillante.
Los alimentos procesados, llenos de azúcar y grasas poco saludables, contribuyen a que la piel tenga un aspecto apagado y a que aparezcan arrugas y acné. El azúcar refinado también acelera el proceso de envejecimiento y es perjudicial para el organismo, así que haz todo lo posible por minimizar el consumo de azúcar procesado.
En su lugar, puedes intentar saciar tus ganas de dulce añadiendo más frutas a tu dieta. También puedes incluir pequeñas cantidades de chocolate negro, que contiene menos azúcar que el chocolate con leche.
Incluye ejercicio regular
Seguramente ya conoces la importancia de hacer ejercicio con regularidad, tanto para la mente como para el cuerpo. Pero tu piel también se beneficia de incluir el ejercicio como parte de tu rutina diaria, ya sea con ejercicios cardiovasculares, pesas, un deporte o simplemente una caminata rápida.
El ejercicio mejora la circulación, lo que significa un mayor flujo de sangre hacia el rostro. Además, también refuerza el sistema inmunitario, lo que ayuda a la piel a conseguir ese aspecto juvenil que todos deseamos.
Reduce el consumo de tabaco y alcohol
Si eres fumador, no eres ajeno a todos los efectos que el tabaco puede tener sobre la salud. No es ningún secreto que fumar contribuye a la aparición de líneas finas y arrugas, especialmente alrededor de la zona de la boca, y a un cutis gris y poco saludable.
Lo mejor que puedes hacer para evitarlo es dejar de fumar de inmediato. Sin embargo, no es un proceso fácil, sobre todo si llevas años con el hábito.
Lo que puedes hacer si dejar de fumar no es una opción para ti, es reducir el número de cigarrillos que fumas, así como poner en práctica estos consejos. El cambio de estilo de vida no borrará todas las complicaciones de salud derivadas del tabaquismo, pero sin duda aumentará las posibilidades de tener un cutis más sano.
El consumo excesivo de alcohol también puede provocar un rápido envejecimiento de la piel. Esto se debe a que el alcohol actúa como un deshidratador de la piel, y cuanto menos humedad tenga el cutis, más propenso será a los signos prematuros de envejecimiento.
Intenta probar con opciones de alcohol un poco más saludables, como el vino tinto, e hidratar tu piel con regularidad.
Asegúrate de dormir lo suficiente
Todos hemos escuchado el término “sueño reparador”. No es ningún secreto que muchas partes y funciones del cuerpo pueden sufrir como resultado de menos de 7 horas de sueño. Y la piel no es una excepción a esta regla.
Mientras duermes, tus células se reparan, lo que significa que tu piel tiene la oportunidad de renovarse y rejuvenecer.
Asegúrate de dormir entre siete y nueve horas cada noche y presta atención a la calidad de tu sueño. Apaga las pantallas al menos una hora antes de acostarte para que te resulte más fácil conciliar el sueño.
Hábitos que también contribuyen al envejecimiento prematuro
Hay algunas cosas que hacemos -incluso sin darnos cuenta- que pueden ser perjudiciales para nuestra piel. Una de ellas es beber con pajita. Cuando chupamos con fuerza a través de una pajita, la piel de la zona de la boca se arruga innecesariamente. Esto puede provocar la aparición de líneas de expresión, así que si quieres evitarlo asegúrate de beber directamente de un vaso o una botella.
Otra cosa que contribuye al envejecimiento es entrecerrar los ojos cuando nos ciega el sol, o cuando no vemos bien. Esto puede parecer una acción sin importancia, pero en realidad causa arrugas debajo de los ojos. Lleva tus gafas de sol siempre contigo, o gradúate la vista y no tendrás problemas con esto.
¿Prestas atención a la funda de tu almohada? Deberías hacerlo. La textura áspera de una funda de almohada puede provocar irritación en tu cutis, y todo ese roce durante la noche es muy perjudicial. Cambia tu funda de almohada habitual por una de satén o algodón y tu piel notará la diferencia en poco tiempo.
En resumen, no podemos cambiar los genes que nos tocan al nacer, pero sí podemos cambiar cómo tratamos nuestro cuerpo a lo largo de nuestra vida. Cuidarnos por dentro y por fuera nos mantendrá no sólo jóvenes por fuera, sino también por dentro.
Si tienes alguna duda acerca de nuestros productos o protocolos de belleza, estaremos encantadas de ayudarte a través de nuestro contacto: [email protected].