En el cuidado de la piel, el orden en que aplicamos los productos es tan importante como los cosméticos mismos. Una rutina bien estructurada no solo asegura que cada producto funcione de manera efectiva, sino que también maximiza los beneficios para nuestra piel.
Uno de los dilemas más comunes en las rutinas faciales es decidir qué aplicar primero: ¿el serum o la crema? Este artículo se introduce en la ciencia detrás del orden de aplicación de los productos para el cuidado de la piel, centrándose específicamente en serums y cremas.
Al entender por qué ciertos cosméticos deben aplicarse antes que otros y cómo interactúan entre sí, podemos mejorar significativamente la salud y la apariencia de nuestra dermis. Así que, si quieres salir de dudas y optimizar tu régimen de cuidado facial, estás en el lugar correcto.
Fundamentos del Cuidado de la Piel
El cuidado de la dermis es más que una rutina; es un ritual esencial que no solo mejora la apariencia de nuestro rostro, sino que también promueve su salud y bienestar a largo plazo. Entender los fundamentos del cuidado de la piel es el primer paso para desarrollar una rutina efectiva que trate todas tus necesidades específicas.
Las funciones y beneficios de seguir una rutina facial adecuada son:
- Mantenimiento y Protección: Mantiene la piel limpia, hidratada y protegida de factores ambientales dañinos como la contaminación y los rayos UV.
- Prevención y Tratamiento: Ayuda a prevenir problemas comunes de la piel, como brotes de acné, sequedad y signos de envejecimiento, y puede tratar problemas específicos con productos especializados.
- Salud a Largo Plazo: Además de los beneficios estéticos, contribuye a la salud general de la tez a largo plazo, manteniéndola fuerte y resistente.
En ella, debemos incluir dos de los cosméticos más importantes y beneficiosos: el serum y la crema. Pero para que funcionen de forma efectiva y maximizar sus beneficios, debemos usarlos en el orden correcto.
¿Qué es un Serum?
Son formulaciones ligeras pero altamente concentradas que abordan problemas específicos como el envejecimiento, la hiperpigmentación, el acné o la falta de luminosidad. En este artículo ampliamos esta información.
Al tener una textura ligera y fluida, pueden penetrar rápidamente y a más profundidad en las capas de la piel, proporcionando una dosis concentrada de ingredientes activos en donde más se necesitan, lo que proporciona resultados dirigidos y efectivos en menos tiempo.
A diferencia de las cremas y lociones, que tienen como objetivo principal hidratar y formar una barrera protectora en la superficie de la piel, los serums se enfocan en tratar problemas específicos a un nivel más profundo. Esto los hace particularmente efectivos para mejorar la calidad y apariencia de la tez a lo largo del tiempo.
Ingredientes Comunes y sus Beneficios
- Los sueros a menudo contienen ingredientes como la vitamina C, conocida por su capacidad para iluminar y reducir la apariencia de manchas oscuras. Otros ingredientes comunes incluyen el ácido hialurónico, que atrae y retiene la humedad en la epidermis, mejorando así la hidratación y la plenitud.
- Algunos serums están formulados con retinol, un derivado de la vitamina A que es efectivo en el tratamiento de signos de envejecimiento como líneas finas y arrugas. Además, ingredientes como los péptidos y los antioxidantes son comunes en sus fórmulas, ayudando a reparar y proteger la tez de daños ambientales.
- También hay sueros específicos para tratar problemas como el acné, utilizando ingredientes como el ácido salicílico o la niacinamida, que ayuda a despejar los poros y reducir la inflamación.
A la hora de elegir tu serum ideal, prioriza las opciones naturales, sin químicos y cargadas de múltiples activos beneficiosos, como las que te ofrece Nezeni Cosmetics. Con serums antienvejecimiento, antioxidantes con vitamina C -en diferentes concentraciones- o antimanchas, tienes una versión adecuada a tus necesidades. Nuestro compromiso es ofrecerte siempre los mejores productos con ingredientes probados concentrados, y sin químicos perjudiciales. Por eso los resultados son más rápidos y eficaces.
¿Qué es una Crema?
En cualquier rutina de cuidado facial, las cremas juegan un papel fundamental. A diferencia de los serums, las cremas se centran más en hidratar y formar una barrera protectora en la superficie de la piel. Su función principal es nutrir y proteger, manteniendo equilibrada la hidratación y actuando como una defensa de los factores ambientales externos.
Las cremas generalmente tienen una textura más espesa y rica en comparación con los sueros. Esta consistencia permite que se queden en la superficie y actúen como un sello sobre la epidermis, reteniendo la humedad y los ingredientes activos que han sido absorbidos previamente, ya sea de los serums o de la propia hidratación natural de la piel.
Mientras que los serums están diseñados para penetrar profundamente y tratar problemas específicos con una alta concentración de ingredientes activos, las cremas se enfocan en proporcionar una hidratación duradera y fortalecer la barrera cutánea. Esto las hace esenciales para mantener la salud general de la dermis, especialmente frente a la exposición a elementos como el viento, el frío y la contaminación.
Tipos de Cremas
- Hidratantes: Están diseñadas para aumentar el contenido de agua de la piel, utilizando ingredientes que atraen y retienen la humedad. Son ideales para mantener el cutis suave, flexible y prevenir la sequedad.
- Nutritivas o de noche: Las cremas nutritivas van un paso más allá, proporcionando no solo hidratación sino también una gama de nutrientes esenciales, como vitaminas y antioxidantes. Son especialmente beneficiosas para pieles maduras o muy secas que necesitan un cuidado extra para mantener su elasticidad y vitalidad.
- Tratamientos específicos para problemas cutáneos: Algunas cremas están formuladas para abordar problemas específicos como la sensibilidad, el enrojecimiento o el acné. Suelen contener ingredientes calmantes, antiinflamatorios o antibacterianos para tratar eficazmente estas condiciones.
Elegir la crema adecuada según tu tipo de dermis y necesidades específicas es importante para mantener una tez sana y radiante. Y en Nezeni, tenemos justo lo que necesitas. Desde cremas hidratantes que llenan tu piel de humedad y la retienen durante todo el día, hasta las antiarrugas y reafirmantes para alisar tu cutis y que se vea joven y radiante. Con versiones para diferentes momentos del día, tipo de cutis y edad.
El Orden de Aplicación en la Rutina Facial
Vamos a explicar el orden correcto de aplicación de los cosméticos para asegurarnos de que cada uno sea absorbido eficazmente y realice su función de la mejor manera posible.
El orden generalmente aceptado en el cuidado facial comienza con los productos más ligeros y acuosos, seguidos por los más densos y ricos. Este orden se basa en la consistencia de los productos y su capacidad de penetración en la piel.
La rutina típica comienza con la limpieza, seguida de la tonificación. Luego, se aplican los tratamientos especializados, como serums, que son formulaciones ligeras pero concentradas. Después de los serums, se aplican los productos más espesos, como las cremas hidratantes y nutritivas, y finalmente se finaliza con protectores solares o aceites, si se utilizan.
¿Por qué hay que hacerlo así?
- Para conseguir una absorción efectiva: Los productos ligeros como los serums se absorben rápidamente y penetran profundamente en la piel, donde sus ingredientes activos pueden ser más efectivos. Si se aplicaran después de las cremas más pesadas, no podrían penetrar a través de esa barrera más densa y su eficacia se reduciría.
- Para sellar la hidratación: Las cremas y los productos más densos ayudan a sellar los ingredientes activos aplicados anteriormente y a retener la humedad en la piel. Si se invirtiera el orden, los productos más ligeros no podrían atravesar la barrera pesada creada por las cremas.
- Para maximizar los beneficios: Este orden asegura que la tez reciba todos los beneficios de cada producto. Los tratamientos específicos son absorbidos completamente, y la hidratación es sellada eficazmente para una piel saludable y protegida.
Recuerda que, aunque este es un orden general, cada rutina puede personalizarse según las necesidades individuales y los productos específicos utilizados. Así que consulta el método de aplicación de cada cosmético que uses y hazlo así.
Entonces, ¿qué va primero, el serum o la crema?
La regla general es aplicar los serums antes de las cremas, y hay buenas razones detrás de esta práctica.
Los serums son muy ligeros y contienen moléculas pequeñas que pueden penetrar profundamente en la piel. Aplicarlos primero asegura que sus ingredientes activos alcancen las capas interiores sin ser obstaculizados por productos más pesados. Y como están cargados de ingredientes activos, aplicarlos directamente sobre la cara limpia permite que estos ingredientes sean absorbidos de manera más eficiente y efectiva.
Al aplicar el suero primero, preparas la tez para recibir la hidratación y nutrición de las cremas. Los serums a menudo contienen ingredientes que ayudan al cutis a retener la humedad, lo que puede mejorar la eficacia de las cremas hidratantes aplicadas posteriormente.
Esta secuencia permite que cada producto funcione de la manera más efectiva posible, logrando un rostro más saludable y radiante en menos tiempo.
¿El serum va primero que el contorno de ojos?
Sí, generalmente, el serum se aplica el primero, antes del contorno de ojos. Esto se debe a que suelen tener una textura más ligera que el contorno y están diseñados para absorberse rápidamente y penetrar profundamente en la piel. El contorno de ojos está formulado específicamente para la delicada área alrededor de los ojos y suele tener una textura que es ligeramente más densa.
Aplicarlo después del serum permite que el área alrededor de los ojos reciba una atención específica sin ser afectada por la absorción de otros productos.
Es importante no sobrecargar la piel, especialmente en la delicada área alrededor de los ojos. Aplica una pequeña cantidad de cada producto para evitar la acumulación y asegurar una absorción adecuada.
Cómo Maximizar la Eficacia de los Cosméticos
Además de seguir este orden correcto de aplicación, también puedes utilizar la técnica adecuada que asegure una absorción y efectividad óptimas para aprovechar al máximo los beneficios de los serums y cremas.
Es importante comenzar el proceso con una cara completamente limpia. La limpieza elimina las impurezas y prepara la dermis para absorber mejor los productos que aplicarás a continuación.
Luego, aplica unas pocas gotas de serum en la palma de tu mano y distribúyelo uniformemente sobre tu rostro con movimientos suaves y ascendentes. Evita frotar demasiado fuerte; en su lugar, da palmaditas suaves o utiliza movimientos ligeros para ayudar a su absorción completa. Aquí tienes más información sobre cuál es la mejor forma de aplicarlo.
Después de que el serum se haya absorbido, aplica la crema en cantidades pequeñas, distribuyéndola de manera uniforme. Al igual que con el suero, utiliza movimientos ascendentes y suaves para masajearla en la piel.
Es beneficioso dar tiempo a cada producto para que se absorba antes de aplicar el siguiente. Esto suele significar esperar unos minutos entre la aplicación del serum y la aplicación de la crema. Asegúrate de que cada producto se haya absorbido completamente en la piel antes de proceder al siguiente paso. Esto no solo maximiza su efectividad, sino que también evita que se mezclen o se formen residuos pesados en la cara.
Aunque puede ser tentador apresurar el proceso, dedicar tiempo a permitir que cada producto haga su trabajo puede mejorar significativamente los resultados de tu rutina.
Otros factores a considerar son:
- La temperatura del ambiente: La absorción de los productos puede verse afectada por la temperatura y la humedad del ambiente. En climas más cálidos y húmedos, los productos pueden absorberse más rápidamente que en climas fríos y secos.
- Tu tipo de piel: Ten en cuenta tu tipo dérmico. Las más secas pueden requerir más tiempo para absorber productos, mientras que las grasas pueden absorberlos más rápidamente.
Siguiendo estos consejos y prestando atención a cómo tu piel responde a cada producto, puedes mejorar significativamente la eficacia de tu rutina de cuidado facial, logrando una tez más saludable y radiante.
En conclusión, la clave para maximizar los beneficios de tu rutina de cuidado facial reside en entender y aplicar correctamente los productos en el orden adecuado. Comenzando con serums ligeros y terminando con cremas más densas, y dando a cada producto el tiempo suficiente para ser absorbido, puedes asegurarte de que tu piel reciba todos los nutrientes y beneficios que estos ofrecen. Al adoptar estos hábitos en tu rutina diaria, no solo mejorarás la efectividad de tus cosméticos, sino que también te acercarás un paso más a alcanzar tus objetivos de belleza y salud cutánea.
Si tienes alguna duda acerca de nuestros productos o protocolos de belleza, estaremos encantadas de ayudarte a través de nuestro contacto: [email protected].