Por qué el manto ácido es una parte esencial de la salud de tu piel

manto acido piel

Puede que sea un desconocido para ti, pero el manto ácido es en realidad una de las partes más importantes de nuestra barrera cutánea. El término se remonta a la década de 1920, cuando un grupo de investigadores alemanes descubrió la película ácida que descansa sobre la superficie de nuestra piel.

Desde su descubrimiento, ha sido un nombre utilizado normalmente por los expertos e investigadores del cuidado de la piel con mentalidad científica, y nunca llegó a entrar en el léxico de la belleza. Bueno, hasta hace poco.

De hecho, lo más probable es que sea la primera vez que oigas hablar de él, pero este atributo dermatológico desconocido podría ser el culpable de muchos de los problemas de tu cutis. ¿Piel seca? ¿Rosácea? ¿Granos? Podrían aparecer porque tu manto ácido está comprometido.

¿Interesada en saber qué es exactamente el manto ácido, cómo afecta a la salud de la tez, cuáles son las mejores formas de mantenerlo en plena forma, y qué le hacen nuestras rutinas modernas de cuidado de la piel? Sigue leyendo para saber todo lo que necesitas saber de este escudo invisible.

¿Qué es el manto ácido de la piel y qué hace?

El manto ácido es una fina película que descansa sobre la epidermis -la superficie de la piel-, una parte fundamental en la función de barrera de nuestra piel. ¿No lo sientes? Bueno, eso es porque está compuesto por lípidos de las glándulas sebáceas mezclados con aminoácidos del sudor.

Junto con el microbioma, forma parte de la delicada matriz que crea una barrera cutánea saludable.

La principal función del manto ácido es mantener lo bueno -como la humedad- dentro y lo malo -como las bacterias y la contaminación- fuera. Piensa en él como un escudo invisible esencial, la máscara facial invisible que no sabías que llevabas.

¿Está relacionado con el pH de la piel?

Sí. El manto ácido debe su nombre al hecho de que el pH ideal de la piel es ligeramente ácido, alrededor de 5,5 -fluctúa entre 4,7 y 5,75- desde que somos pequeños y durante toda nuestra vida, y cualquier cosa que lo altere demasiado -fluctuaciones demasiado dramáticas o cambios demasiado frecuentes- puede alterar su capacidad de funcionamiento óptimo.

Cuando nuestra tez tiene este pH ligeramente ácido, la barrera está sana e intacta, ya que protege contra el crecimiento excesivo de patógenos -bichos malos, esencialmente- que prosperan con un pH más alto y alcalino. El pH ácido también protege contra el envejecimiento.

El valor medio de la escala de pH es 7 y se denomina neutro. Por lo tanto, no se recomienda utilizar productos con pH “neutro”, sino productos con un pH de 5,5 que ayuden a mantener el manto ácido.

funciones manto acido

Funciones del manto ácido

La razón por la que nos preocupamos tanto por esta capa es que tiene algunas funciones bastante importantes:

1. Protege la piel de las bacterias patógenas

A menudo decimos que la tez es la primera línea de defensa del cuerpo; pues bien, el manto ácido es la primera línea de defensa de la piel. La acidez ayuda a evitar el crecimiento de los patógenos, puesto que las bacterias oportunistas prosperan en entornos alcalinos.

Ese estado ligeramente ácido sirve casi como un escudo protector para varios invasores como bacterias no deseadas u otros microbios y contaminantes.

2. Ayuda a que tu microbioma florezca

Dicho esto, recuerda: todavía quieres -y necesitas- bacterias y microorganismos en la tez. Juntos, se denominan colectivamente el microbioma de la piel, y cuando está equilibrado, ayuda a moderar la inflamación, mejora nuestra función inmunitaria y lucha contra los agresores ambientales.

Así que cuando tu manto ácido está intacto, las bacterias buenas pueden hacer mejor su trabajo.

3. Mantiene la humedad

El manto ácido también desempeña un papel en la función de barrera cutánea. Cuando la barrera está comprometida, la piel no es capaz de evitar la pérdida de humedad transepidérmica -es decir, la evaporación del agua a través de la piel-.

Y aunque hay otros componentes de la función de barrera -las ceramidas, el microbioma, el colágeno y otros similares-, mantener un manto ácido fuerte sin duda ayudará.

¿Cómo sabes si tu manto ácido está dañado?

Si tienes el cutis seco y escamoso, enrojecido y sensible, o ves signos de envejecimiento prematuro, puede deberse a que el pH de tu piel está alterado o a que esta barrera lipídica tan importante ha sido eliminada por productos abrasivos.

Como primera línea de defensa de la piel, el manto ácido entra en contacto con bastantes agresores potencialmente dañinos, así como con algunos cambios naturales que están un poco fuera de nuestro control:

  • Los jabones. Los limpiadores, los sulfatos y los tensioactivos fuertes -moléculas detergentes- son alcalinos por naturaleza. Después de la limpieza, debido a la naturaleza alcalina del jabón, el pH de nuestra piel se altera. Cuando esto sucede, experimentas síntomas como escozor o sequedad.
  • La sobreexfoliación y el uso excesivo de productos fuertes para el cuidado del rostro. Dada la naturaleza del manto ácido -que se compone de sebo-, cuando utilizas productos para el cuidado de la piel que eliminan demasiado la grasa natural de tu rostro, corres el riesgo de dañarlo.
  • Contaminantes. Muchos contaminantes y partículas se inclinan hacia lo alcalino, lo que altera la tez -¡por no mencionar que causan inflamación y daño de los radicales libres!-.
  • La edad. La tez se vuelve más alcalina a medida que envejecemos. El nivel de pH cambia alrededor de los 50 años, la tez se vuelve más sensible y el desarrollo de enrojecimiento, irritación y sarpullidos es mucho más frecuente.

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Un pH desestabilizado también afecta al microbioma de la piel, esa compleja y esencial población de bacterias buenas que se ha convertido en una palabra de moda a medida que se va conociendo su papel en el fomento de una tez sana.

Cuando nuestro microbioma está desequilibrado, se abre la puerta a los trastornos inflamatorios de la piel, como la psoriasis, el eczema, el acné, el envejecimiento prematuro e incluso el picor, el ardor y el escozor de la piel, que se siente incómoda y se vuelve imprevisiblemente reactiva a una amplia gama de productos.

Esto se debe a que cuando nuestra barrera cutánea no está intacta, ya no impide que los alérgenos y los irritantes entren en la epidermis.

¿Cuáles son las mejores formas de proteger y reparar el manto ácido?

La buena noticia es que el manto ácido se repara a sí mismo rápidamente cuando se le trata con un poco de cariño; y se trata más de lo que debes eliminar de tu régimen, que de lo que debes añadir.

Elimina los limpiadores agresivos

Solo tienes que ser consciente de los limpiadores que utilizas: asegúrate de que no sean demasiado agresivos -pista: tu cutis nunca debe sentirse “tirante” después de la limpieza; sólo limpia, hidratada y fresca-, y es importante evitar los productos que contengan alcohol, que pueden resecar y desprender.

Para ello, prioriza las fórmulas naturales y respetuosas con el cutis como nuestra gama de limpiadores y desmaquillantes, adaptada a todos los tipos de piel y texturas.

  • Nuestro Aceite Limpiador es único eliminando los restos de maquillaje, las impurezas, el exceso de grasa, y la contaminación sin dañar la tez. Está compuesto de 7 aceites naturales para mantener el pH natural de la piel entre 4,5 y 5,5. Por eso no produce tirantez, calma el picor y mantiene la hidratación.
  • El Limpiador Bifásico es la joya de la corona, perfecto para todos los cutis que quieren disfrutar de una limpieza exhaustiva -libre de maquillaje, sudor, impurezas, grasa y polución- sin perder el factor de hidratación natural de la piel.
  • La textura de nuestra Leche Limpiadora te va a enamorar. Es cremosa y limpia sin obstruir los poros y sin elevar el pH cutáneo. Mantiene la hidratación, calma cualquier picor e irritación y elimina el maquillaje, la suciedad y las células muertas.
  • El Agua Micelar utiliza micelas limpiadoras de origen natural para dejar el rostro completamente limpio, fresco y confortable en muy pocas pasadas.
  • Si tienes la tez acnéica es extremadamente importante que utilices un limpiador suave pero eficaz contra la suciedad y el exceso de sebo, como nuestro Limpiador Facial Anti-acné, que evita resecar la tez, es antibacteriano, reduce la inflamación y no irrita.

Cualquiera de estas opciones son válidas para mantener en buenas condiciones el manto ácido, pues todos ellos están elaborados con ingredientes naturales, sin sulfatos agresivos, y con muy pocos conservantes.

También es buena idea reevaluar la frecuencia con la que te lavas la cara. Tal vez sea tan perjudicial como un limpiador facial o corporal fuerte el hecho de lavarse más de lo necesario. Una buena regla general es lavarse siempre la cara al levantarte, y antes de acostarte, el resto depende de las necesidades de tu piel.

Y por supuesto, el rostro debe secarse suavemente, sin frotar.

Elige sabiamente tu exfoliante

En cuanto al uso excesivo de exfoliantes y productos fuertes, el consejo más importante es que ‘menos es más’. Hay que exfoliar lo justo para aumentar la renovación celular y revelar una piel nueva y fresca, pero asegúrate de no arañar o dañar tu epidermis por el uso excesivo de estos dispositivos o productos.

Desecha los exfoliantes que parezcan granulados o arenosos: esas partículas son demasiado grandes y abrasivas para la delicada piel de la cara, el cuello y el escote. Los puedes usar pero en las zonas más duras del cuerpo -talones, rodillas, codos, etc.-.

Los ácidos glicólico y láctico, los que incluye nuestro Peeling AHA, son los exfoliantes más suaves y respetuosos con el manto ácido, pero intenta limitar su uso a una o dos veces por semana. Los exfoliantes enzimáticos también son recomendables, ya que como nuestro Peeling Enzimático incluyen suaves enzimas naturales que no dañan las células sanas ni agreden la tez.

Por el contrario, tira cualquier instrumento, como las esponjas de lufa o los pulidores, que se sientan ásperos contra la epidermis.

Utiliza una crema hidratante que apoye la barrera

También puedes utilizar los hidratantes a tu favor si usas productos formulados con ingredientes de apoyo a la barrera, respetuosos con el medio ambiente y que equilibran el pH.

Busca ingredientes como el ácido hialurónico, las ceramidas, los aceites vegetales, los antioxidantes, la manteca de karité, así como pre, pro y postbióticos. Fórmulas suaves que hidraten y cuiden la piel, dándole la oportunidad de recuperarse de las agresiones que comprometen la barrera.

Fórmulas como nuestra Crema Hidratante Noche 30+ que contiene ácido hialurónico, aceites de jojoba y sésamo, y ceramidas naturales; o nuestra Crema Hidratante Día 30+ que incluye aloe vera, manteca de karité, vitamina E y escualeno.

Esto es especialmente útil para las partes del cuerpo que tienes que lavar con más frecuencia y que, por lo tanto, pueden tener un manto ácido más vulnerable: oh, sí, estamos hablando de las manos. Dado que el lavado de manos es una parte necesaria de la higiene diaria, la protección del manto en esta zona se reduce realmente a la selección de un limpiador hidratante y la aplicación de una crema de manos inmediatamente después.

Conclusión

Puede que no conozcas su nombre, pero el manto ácido es una parte natural de la superficie de tu piel y realiza algunas funciones muy importantes, principalmente la protección de la barrera. La buena noticia es que cuidarlo es bastante fácil: sólo hay que ser amable, utilizar productos naturales y respetuosos, y seguir la máxima de que menos es siempre más.

Si tienes alguna duda acerca de nuestros productos o protocolos de belleza, estaremos encantadas de ayudarte a través de nuestro contacto: [email protected].