¿Quieres saber cómo conseguir y mantener una piel sana durante el invierno? A veces no es fácil, sobre todo si vives en un clima frío y duro. Pero, por eso estamos aquí: para compartir contigo todos los trucos que conocemos, los que hay que hacer y los que no hay que hacer, todos los pasos esenciales para tener un aspecto suave y sano, incluso durante el invierno más frío.
Así que ¡toma nota! Esto te interesa.
¿Cómo afecta el frío a la piel?
Para entender realmente por qué debes seguir todos los consejos que te vamos a proporcionar a continuación y motivarte para mantenerlos durante todo el invierno, creemos que es necesario que entiendas lo que le ocurre a tu dermis cuando el clima empieza a cambiar y las temperaturas bajan.
Puede que no parezca el apartado más interesante, pero créeme: no querrás saltártelo. Te dará contexto y te ayudará a darle mucho más sentido a todo lo que hablaremos después.
Nuestro cuerpo sólo puede vivir en homeostasis -un entorno interno óptimo y constante-, por lo que siempre está haciendo todo lo posible para mantenerlo. Por eso, cuando la temperatura del entorno externo cambia, nuestro cuerpo debe ajustarse para que el entorno interno no se vea afectado, y lo consigue con la termorregulación -mantener esta temperatura óptima-.
Y esto va en ambos sentidos. Cuando hace demasiado calor, sudamos -entre otras cosas- para que nuestra temperatura interna no suba demasiado. Además, los problemas cutáneos también aparecen cuando hace mucho calor, así que puedes consultar nuestro artículo para conocer los mejores consejos para el cuidado de la piel en los días de verano.
Cuando hace demasiado frío, nos estremecemos y se inicia un proceso de vasoconstricción de las células cutáneas para que el cuerpo evite la pérdida de calor. Esto deja muchas consecuencias.
Las bajas temperaturas pueden provocar hipotermia, sarpullido invernal, sequedad, irritaciones e inflamaciones, y hacer que la piel sea más propensa a sufrir afecciones como eczemas, arrugas, líneas de expresión y grietas. El viento y el frío, unidos a la baja humedad, pueden resecar en exceso la tez y hacerla más sensible, escamosa, con picores y enrojecida.
A continuación te explicamos cómo prevenir todos estos problemas.
Consejos para el cuidado de la piel en invierno
Ajusta tu rutina de cuidado de la tez
Una investigación reciente publicada en el British Journal of Dermatology ha demostrado científicamente que los factores climáticos influyen en la salud de la piel.
Más concretamente, los investigadores analizaron el factor de hidratación natural y la textura de la tez en 80 voluntarios durante el invierno y el verano. Los resultados confirmaron que durante el invierno el factor de hidratación natural de la tez del rostro se reduce, lo que hace que la cara esté más seca y tenga una textura más escamada.
Los resultados arrojan luz sobre la importancia de utilizar productos cosméticos adecuados a la estación, y de modificar la rutina de cuidado de la piel. Por lo general, se recomienda utilizar productos con fórmulas emolientes y humectantes.
Te recomendamos la Crema Colágeno Nutritiva de Nezeni, una fórmula emoliente con una alta concentración de colágeno hidrolizado que repone la humedad perdida y evita que la tez se reseque.
Así que, aunque a nuestro cutis, al igual que a nuestro cuerpo, le gusta la constancia, cuando el entorno cambia drásticamente, debemos estar preparados para cambiar de productos y hábitos. Tu objetivo es ayudar a tu dermis a adaptarse mejor, en lugar de empeorar las cosas. Y no te preocupes. Siempre puedes volver a tus productos de cuidado de la piel favoritos una vez que la temperatura empiece a subir.
Si no te gustan los cambios, piensa que hay dos rutinas constantes de cuidado facial según la estación. Una para el invierno y otra para el verano. Encuentra lo que mejor se adapta a ti en una estación y en otra, y quédate con eso.
Cambia tu limpiador
Si tienes la tez seca, supongo que ya usas un limpiador suave y sin perfume. Si ese es el caso, este es un paso que puedes quitarte de la cabeza, porque ya estás preparada.
Pero, en la mayoría de los casos, las personas con pieles grasas, con tendencia al acné o normales están acostumbradas a los jabones en barra o a productos más fuertes, que ahora pueden jugar en su contra.
Asegúrate de comprar uno que funcione bien para las pieles secas, incluso si no la tienes así normalmente.
Para las personas con tez seca, para las que el invierno es especialmente duro, no caigas en la tentación de saltarte la limpieza. En su lugar, opta por un limpiador suave, como el Agua Micelar Todo en 1 de Nezeni, que puede ser realmente hidratante para el cutis.
Reconsidera tus exfoliantes
Sí, la regla general es ir con cuidado con la exfoliación y hacerlo con menos frecuencia para evitar la sobreexfoliación. Pero no renuncies a exfoliarte sin más.
Lo primero que puedes cambiar es el calendario de exfoliación. Tal vez tengas la costumbre de exfoliarte por la mañana antes de ir a trabajar. Esto puede ser un problema, ya que tu piel estará vulnerable y expuesta al aire helado del exterior. Por ejemplo, una mejor práctica podría ser exfoliar tu rostro antes de ir a la cama o cuando tengas previsto quedarte en casa.
Lo segundo que puedes cambiar es el tipo de exfoliante que utilizas. Cambia tu exfoliante químico, que puede ser demasiado duro para tu piel y causar irritación, por uno físico suave.
Hidrata frecuentemente
Hidrata, hidrata, hidrata y luego hidrata un poco más. Como ya hemos mencionado, la ciencia ha confirmado que el frío elimina la humedad natural de la piel y la reseca.
Es importante que no te saltes la limpieza y la tonificación antes de aplicar una crema hidratante. Con los dos primeros pasos, humectas tu piel y utilizas la crema hidratante para bloquear el agua dentro de las células cutáneas.
Por eso, en invierno, la Crema Facial Hidratante Aloe Vera será tu mayor aliada. Puedes hidratar tu tez, tantas veces como sientas la necesidad. Si todavía eres escéptico sobre la hidratación diaria, echa un vistazo a nuestro artículo sobre los 9 increíbles beneficios de hidratar tu rostro a diario.
Y si, al final del día, tu tez todavía se siente seco o tirante, puedes considerar el uso de una crema hidratante más rica. Algunas de las cremas hidratantes que se comercializan hoy en día, pensadas para pieles normales a grasas o con tendencia al acné, con fórmulas ligeras, podrían no resistir el aire frío y seco del invierno.
Utiliza una mascarilla para conseguir una mayor hidratación
La próxima vez que salgas de la ducha y tu rostro esté todavía húmedo, considera la posibilidad de utilizar una mascarilla para hidratar adicionalmente tu rostro, mientras te vistes o te relajas.
Elige una mascarilla que esté repleta de nutrientes hidratantes, como la Mascarilla Vitamina C de Nezeni, enriquecida con arcilla blanca, vitamina C, almidón de arroz, glicerina, vitamina E y otros ingredientes beneficiosos para la dermis.
Las mascarillas en formato crema son las mejores para proporcionar una hidratación adicional y para atrapar los ingredientes activos dentro de las células de la piel.
Es el momento de un seruma altamente concentrado
En otras circunstancias, podrías ver el serum como algo opcional y no realmente necesario, pero en invierno podría marcar la diferencia entre un cutis suave y radiante y un cutis escamoso, rojo y apagado.
Los serums contienen una potente concentración de ingredientes activos que actúan contra una serie de afecciones cutáneas como la piel seca, las líneas de expresión, las arrugas, la decoloración y los síntomas del eczema.
Nuestros serums faciales Antiage y Vitamina C están repletos de activos nutritivos y emolientes que reponen la humedad y los nutrientes necesarios para el buen estado de la dermis.
Asegúrate de aplicar tu serum antes de la crema hidratante. De este modo, una tez limpia absorberá los ingredientes activos del sérum y después la crema hidratante los fijará.
Evita las duchas calientes largas
Ducharse con agua muy caliente siempre es malo para la dermis. Y mientras que en verano no se notan efectos significativos, en invierno, las duchas calientes pueden crear grietas en la capa más externa, la epidermis, especialmente si la piel no se hidrata adecuadamente.
Entiendo que no hay muchas cosas más satisfactorias que una ducha caliente después de un día frío, pero por desgracia, el agua caliente se evapora muy, muy rápidamente haciendo que se reseque y quede completamente expuesta al aire. Si el aire es fresco o frío, el efecto de secado se intensifica y puedes incluso sentir que tu tez se agrieta o se desprende. Esto puede hacer que los síntomas del eczema sean más agresivos o crear las condiciones para desarrollarlo.
Para evitar estos efectos perjudiciales, dúchate con agua a una temperatura más tibia, mantén la puerta del baño cerrada hasta que te hidrates y asegúrate de hidratar la dermis lo más rápido posible.
Considera el uso de un humidificador
La baja humedad del aire es la principal responsable de la sequedad de la piel, que hace que pique y se enrojezca. Por eso, invertir en un humidificador que te ayude a controlar los niveles de humedad en tu casa, puede ser realmente beneficioso para tu dermis. No puedes controlar la dureza del clima, pero sí puedes controlar el ambiente de tu casa.
No te pases con la calefacción
El frío nos hace desear un ambiente más caluroso, así que después de estar expuestos a temperaturas realmente bajas, tu cuerpo querrá compensarlo rápidamente y volver a una temperatura más agradable. Pero, ¡resiste la tentación de subir el termostato! Esto puede ser realmente contraproducente para tu piel.
Subir la calefacción puede hacer que el aire de la habitación esté aún más seco y causar complicaciones adicionales a un cutis ya sensible e irritado. En lugar de ello, ajusta el termostato a un valor fresco pero cálido (por ejemplo, entre 20 y 22 °C) y mantendrás tu tez más sana.
No te olvides del protector solar
La protección solar no es sólo para los días calurosos de verano, en los que puedes sentir la sensación de quemazón en la tez si estás demasiado tiempo al sol. ¿Sabías que la Asociación contra el Cáncer de Piel sitúa el protector solar como uno de los productos esenciales para el exterior en invierno?
Sí, según la asociación, el 80% de los rayos solares pueden atravesar las nubes y el reflejo del sol en la nieve es fuerte incluso en los días nublados. Por eso las recomendaciones son utilizar siempre un protector solar de amplio espectro con un FPS de 30 o superior.
En este sentido, nuestro Gel Solar Facial SPF 50+, es perfecto para proteger eficazmente tanto de radiaciones UVA cortas y largas como de UVB. Además, si lo utilizas regularmente, puedes prevenir los síntomas de envejecimiento prematuro.
Usa ropa suave y blanda
El inconveniente de toda esa ropa de abrigo es que la mayoría de ella es irritante. El material pesado y áspero puede irritar la piel y causar inflamación, mucho más enrojecimiento alrededor de tus granos y una erupción que puede dañar gravemente la piel seca y sensible si no resistes el impulso de rascarte.
En su lugar, ponte capas ligeras de materiales suaves y transpirables, y sobre ellas ponte tus jerséis más pesados y cálidos. Y no te olvides de las manos. Asegúrate de protegerlas del aire frío del invierno con guantes o manoplas.
Nunca salgas al exterior con la piel húmeda
Esta es una de las peores cosas que puedes hacerle a tu piel, si no la peor. Sabemos que nuestra vida actual nos presiona para que hagamos las cosas rápido y no perdamos el tiempo que sentimos que no tenemos. Por eso, es bastante comprensible que muchas personas salgan a la calle con las manos aún mojadas, el pelo sin secar del todo y la cara aún húmeda de haberse lavado.
Una vez que las moléculas de agua que están en nuestra epidermis entran en contacto con el viento frío, se enfrían y potencian el frío, lo que puede dañar seriamente tu cutis. En su lugar, utiliza agua tibia para lavarte la cara y las manos, y asegúrate de secarlas completamente antes de salir.
Invierte en tu estilo de vida
Come bien, mantente hidratado y duerme regularmente ocho horas. Aléjate del alcohol, el tabaco y los alimentos poco saludables y muy saturados. Fumar y beber deshidratan la piel y la hacen aún más vulnerable al frío. La mejor manera de resistir las inclemencias del tiempo es asegurarse de recibir todas las vitaminas y minerales necesarios para el funcionamiento óptimo de la dermis.
Bebe mucha agua y duerme ocho horas. Mientras dormimos, la piel se renueva y repara los daños recibidos durante el día. En invierno, esto es algo que no puede faltar.
Protege los labios
En invierno, los labios suelen ser los que más sufren. La mayoría de los dermatólogos confirman que los labios agrietados son uno de los problemas cutáneos más comunes durante el invierno. Son bastante sensibles, por lo que lamerse los labios agrietados puede agravar el problema y hacerlos susceptibles de sufrir afecciones como la queilitis eccematosa.
En lugar de lamerte los labios, usa siempre un bálsamo labial o un ingrediente hidratante como la vaselina o la manteca de karité. Nuestro Stick Labial con Protección Solar utiliza varios aceites naturales para que luzcan más suaves e hidratados y, al mismo tiempo, los protege de los rayos UVA/UVB. Y por supuesto, evita el alcohol y las fragancias sintéticas en su formulación.
No ignores tus manos
Las manos también corren un alto riesgo de agrietarse, picar y doler durante los meses de invierno. Lavarse las manos con frecuencia y usar jabón puede eliminar los aceites naturales presentes en las manos, y despojarlas así de su protección natural.
Por eso, usa siempre guantes cuando salgas a la calle o a lugares muy fríos, y empieza a usar un jabón líquido a base de aceite, para evitar que se resequen en exceso. También es importante que las hidrates intensamente después del lavado con una crema de manos rica.
Presta atención también a tus pies
Utiliza calcetines suaves y cálidos y no dejes que tus pies se mojen con la nieve o la lluvia. Si se mojan, ve a cambiarte lo antes posible. No hay nada peor que dejar la ropa mojada sobre la epidermis durante un largo periodo de tiempo. Así te resfriarás y tu piel se volverá áspera, agrietada e incluso dolorosa.
Aumenta la hidratación con remedios naturales caseros
Otra forma de prevenir la sequedad, la irritación y el enrojecimiento es utilizar aceites naturales o ingredientes hidratantes naturales suaves en tu régimen de cuidado de la dermis.
Lo bueno de los ingredientes naturales es que son seguros, suaves y puedes usarlos tanto como quieras; sólo asegúrate de que el aceite en cuestión sea bajo en la escala comedogénica para que no obstruya tus poros.
Algunos de los mejores ingredientes naturales que tienen potentes propiedades hidratantes son el aguacate, la miel, el aceite de argán, el aceite de almendras, el aceite de ricino, la manteca de cacao, la manteca de karité y la cáscara de plátano.
Saca tiempo para un masaje facial
Este no es el consejo más esencial, pero definitivamente es uno que puede ser muy útil y relajante. Los masajes faciales profesionales con productos eficaces y potentes pueden dar a tu piel el impulso que necesita para luchar contra la sequedad, la inflamación, las bacterias y el eczema.
Los masajes faciales regulares harán que tu cutis esté más suave, más terso, igualarán el tono cutáneo y te devolverán el brillo natural.
Reflexiones finales
Ahora que ya sabes de qué maneras afecta el frío a la dermis, puedes empezar a cambiar tu rutina de cuidado de la piel, tus hábitos y tu estilo de vida para protegerla de las duras y dañinas condiciones ambientales durante los meses más fríos del invierno.
Si quieres que tu rostro tenga un aspecto sano e impecable, tienes que estar dispuesta a invertir algo de tiempo y esfuerzo para nutrirla y cuidarla adecuadamente.
Si tienes alguna duda acerca de nuestros productos o protocolos de belleza, estaremos encantadas de ayudarte a través de nuestro contacto: [email protected].