Piel deshidratada vs. piel seca: no son lo mismo

Algo que genera confusión en lo que respecta a la belleza es el tipo de piel. Aunque la mayoría de los productos se comercializan para un tipo específico (normal, grasa, seca o mixta), puede resultar difícil conocer tu complexión natural a simple vista.

Para añadir a tu creciente diccionario de belleza, hay otro pequeño matiz que debes tener en cuenta: piel “seca” vs. piel “deshidratada”.

Ambos conceptos pueden parecer similares, y muchas veces se utilizan de forma indistinta, pero en realidad presentan síntomas diferentes y requieren tratamientos totalmente distintos.

A continuación, vamos a desglosar las diferencias entre ambos tipos de cutis, y te recomendaremos los mejores productos en cada caso.

¿Qué es la piel deshidratada?

Lo vas a entender claramente, si tu tez está deshidratada, tiene carencia de agua, que es vital para que tenga un aspecto terso y saludable.

Es importante saber que la tez deshidratada no es necesariamente un tipo dérmico, sino una afección cutánea, lo que significa que es un estado que no es fijo, puede revertirse.

También debes saber que esta afección cutánea puede afectar a cualquier persona. Las personas con tez grasa o mixta pueden sufrir deshidratación.

En realidad, si tienes una dermis grasa o mixta por naturaleza, las escamas que notas probablemente se deban a una falta de hidratación (agua), no a una falta de grasa (lípidos).

Las causas proceden de la edad: a medida que la tez envejece, el ciclo celular epidérmico se ralentiza considerablemente. Esto conduce a una producción más lenta de lípidos intercelulares, creando una función barrera deteriorada que da lugar a la deshidratación.

Pero también del estilo de vida: los aviones y el consumo de alcohol contribuyen en gran medida; el medio ambiente: la exposición prolongada a climas secos, al sol y al calor, las calefacciones y el aire acondicionado; y los productos cosméticos que resecan en exceso.

Signos de deshidratación

Se muestra con un aspecto apagado y plano, sin luminosidad y tiene una coloración cenicienta. Las personas con deshidratación también pueden tener ojeras más oscuras y aspecto cansado.

La sensación es de tirantez. Esto se debe a la falta de agua en las células superficiales.

Si te fijas bien, podrás ver pequeñas líneas triangulares. Fíjate bien en un espejo, luego presiona y mantén el dedo firmemente sobre la frente o la mejilla y muévelo en pequeños círculos. Mientras lo haces, presta atención a la textura cutánea. La deshidratación puede aparecer en forma de pequeñas arrugas triangulares.

¿Cómo tratar la piel deshidratada?

Si a tu piel le falta agua, lo mejor que puedes hacer es proporcionarle el agua que necesita. Busca productos con una base acuosa ricos en humectantes (como fórmulas con ácido hialurónico o glicerina) para conseguir todos los beneficios de hidratar las células resecas.

Los humectantes actúan como esponjas. Se unen a 1.000 veces su peso en agua para atraer la hidratación a la capa externa de la piel. Estos humectantes están presentes sobre todo en serums y cremas hidratantes.

Por lo tanto, si quieres combatir la deshidratación, utiliza un serum hidratante, seguido de una crema hidratante oclusiva o un aceite para sellar toda esa agua. Sino, el agua se evaporará en el aire, lo que puede dejar la piel aún más deshidratada.

Nunca dejes la cara desnuda durante más de 60 segundos después de la limpieza. La “Regla del minuto de oro” es la forma más fácil de evitar la evaporación de la hidratación.

La gama de cremas hidratantes de Nezeni es perfecta para conservar toda esa humedad, pues contiene una combinación de humectantes, hidratantes y oclusivos que desterrarán cualquier signos de deshidratación. Además, puedes elegir la ideal para tu tipo de cutis (recuerda que tanto la tez grasa como la seca pueden estar deshidratadas), y momento del día.

No te pierdas: Cómo hidratar la cara correctamente

Otro truco: utiliza un humidificador para mantener la humedad en el aire y en tu epidermis.

No te pases con los exfoliantes. Utilizar ácidos exfoliantes y exfoliantes físicos con demasiada frecuencia y agresividad puede provocar deshidratación e inflamación superficial. Esto es lo contrario de lo que necesita tu cutis.

Descubre cómo exfoliar el rostro para conseguir un cutis radiante aquí.

¿Qué es la piel seca?

La mejor forma de describir la tez seca es caracterizarla como un tipo de piel más que como una afección cutánea. Si tienes el cutis realmente seco, es que carece de contenido graso y lo más probable es que tenga un exterior tirante y áspero.

La tez seca o alipídica, a diferencia de la grasa, carece de grasa real. Carece de sebo, que proporciona ese brillo juvenil, por eso este tipo de piel se da normalmente en personas mayores.

Algunas personas también están genéticamente predispuestas a este tipo dérmico. También influye la edad: la piel reduce la producción de sebo a medida que envejece.

Los viajes en avión, el consumo de alcohol y los antihistamínicos para las alergias contribuyen en gran medida a la sequedad cutánea.

Otra de las causas es la exposición prolongada a climas secos, al sol y al calor, las calefacciones y el aire acondicionado; también el estar expuesto a productos cosméticos que resecan en exceso: jabón en pastilla, limpiadores muy espumosos y retinoides recetados.

Signos de sequedad

Este cutis adquiere un aspecto más escamoso debido a la falta de grasa y lípidos, asperezas y, a menudo, picor. De hecho, la sequedad es una de las causas más comunes de picor.

Esta descamación y picor pueden provocar erupciones en algunos casos graves, por lo que las personas con piel seca pueden tener una mayor incidencia de psoriasis, eccema o dermatitis. Otros signos menos graves son las líneas finas o grietas, el enrojecimiento y la descamación.

Los poros son de tamaño pequeño a mediano, a menudo con textura lisa. Los folículos no tienen la oportunidad de dilatarse y dilatar los poros porque no hay tanta producción de grasa. Esta es una gran ventaja, así que considérate afortunada en este sentido.

Los brotes de acné son mínimos. Esta es otra ventaja. Sin embargo, ten en cuenta que incluso las pieles secas pueden tener ocasionalmente un grano quístico hormonal, un tipo único de imperfección que puede aparecer a cualquier edad.

¿Cómo tratar la piel seca?

En primer lugar, querrás reponer los aceites que no produce por sí misma, así que refuerza tu régimen de cuidado facial con productos a base de aceite, o incluso un aceite facial rico y nutritivo.

Los aceites faciales son la solución perfecta para el cutis seco. Son anhidros (es decir, no llevan nada de agua), penetran en la piel -que es donde está la sequedad-, la hidratan y reponen la barrera hidrolipídica y las ceramidas.

También conviene utilizar productos que formen un sello protector transpirable sobre el rostro para retener la humedad.

Evita los limpiadores agresivos que despojan la dermis de sus aceites naturales. En su lugar, utiliza un limpiador a base de aceite que inyecte emoliencia y nutrición mientras elimina la suciedad, como nuestro Aceite Limpiador Facial.

Los suplementos también pueden ayudar. Un suplemento rico en ácidos grasos omega-3 ayudará a nutrir la tez seca.

La exfoliación frecuente es necesaria para evitar la acumulación de células escamosas. Pero utiliza productos suaves pero eficaces para eliminar las células secas que pueden contribuir a una textura áspera, como nuestro Peeling Enzimático.

10 hechos sobre la sequedad y la deshidratación que debes conocer

1. La piel necesita un equilibrio de grasa e hidratación

Este equilibrio de grasa (lípidos) y agua (hidratación) es realmente la base de una cara suave, brillante y bonita. Se aplica a todos los tipos de cutis, independientemente de si eres un adolescente con acné o tienes una tez madura propensa a la sequedad.

Cuando se pierde esté equilibrio es cuando aparecen los problemas cutáneos y se pierde la cualidad de una piel sana.

2. La epidermis es responsable de mantener la hidratación

La epidermis es la capa más externa, la que vemos y llamamos piel. Es donde se producen los procesos subyacentes que controlan los niveles de hidratación.

Estos procesos mantienen un equilibrio adecuado entre la retención y la pérdida de agua. Los investigadores aún no comprenden del todo estos procesos tan complejos. Sin embargo, podemos utilizar los conocimientos que tenemos en nuestro beneficio.

3. No se puede tener la tez grasa y seca al mismo tiempo

Como hemos visto, son lo opuesto. Se contradicen entre sí. Se puede tener la tez grasa y deshidratada, pero no se puede tenerla grasa y seca.

4. Beber agua es la forma menos eficaz de hidratar la piel

¿Sabías que cuando bebes agua, ésta no va directamente a la piel? En lugar de eso, pasa por los intestinos, se absorbe en el torrente sanguíneo y luego es filtrada por los riñones. En este punto, hidratará las células del interior del cuerpo. (No es posible que el agua se dirija directamente a las células de la epidermis).

Según las investigaciones, beber agua puede hidratar la dermis, que es una capa más profunda en la que se encuentran los tejidos conectivos y los vasos sanguíneos. Esto tiene sentido porque cuando bebemos agua, ésta pasa a la sangre y los vasos sanguíneos se dirigen a la dermis.

También hay pruebas sólidas de que beber agua puede mejorar la elasticidad general de la piel. Sin embargo, simplemente no hidrata la epidermis como algunos creen.

Y aunque sigue siendo importante beber agua para la salud y el bienestar general, simplemente no es una forma eficaz de hidratar el tejido. Así que vamos a centrarnos en tres cosas que realmente hidratan.

• Utilizar un tónico hidratante. Muchas personas no usan tónico porque piensan que no proporcionan ningún beneficio. Puedo asegurarte que sí lo hacen. De hecho, ¡proporcionan cinco grandes beneficios! Uno de ellos es la hidratación instantánea. Después de la limpieza, aplica un tónico sin alcohol sobre el rostro. El agua y los humectantes del tónico saturarán las células cutáneas con la hidratación que tanto necesitas. Déjalo húmedo (esto es fundamental) y, a continuación, aplica inmediatamente un serum o una crema hidratante específica para tu tipo de piel.

Para hidratarla, asegúrate de utilizar un tónico hidratante, como el Defending Water de Nezeni. No contiene alcohol ni ácidos exfoliantes, que podrían deshidratar e irritar aún más tu cutis.

• Aplicar un serum debajo de tu crema hidratante. Para llevar tu hidratación a otro nivel, te sugiero que apliques un suero debajo de tu crema hidratante. Tardarás 10 segundos en aplicarlo y puede mejorar drásticamente los niveles de hidratación dérmica. Busca un serum con ingredientes hidratantes como el ácido hialurónico, el propanediol, la glicerina y el pantenol.

Me encanta el Serum Facial Antiarrugas para este fin. Puede hidratar con su fórmula a base de agua sin aceite, que contiene ácido hialurónico, glicerina, propanediol y vitamina C. Perfecto para cualquier tez.

• Utilizar una mascarilla hidratante. Todas las mascarillas son buenas para estimular la dermis. Sin embargo, cuando se trata de proporcionar hidratación a base de agua, lo que necesitas es una mascarilla en gel. Suelen contener ingredientes hidratantes como los que he enumerado antes y, como los geles tienen una temperatura naturalmente más baja, refrescan la cara. Esto ayuda a calmar las rojeces (sobre todo en verano). Puedes utilizar una mascarilla de gel todas las noches. Aplícala después de la limpieza y antes de continuar con un tónico hidratante, un serum y una crema hidratante. Para un efecto refrescante adicional, métala en la nevera 30 minutos antes de usarla.

5. Cuando la tez está seca o deshidratada, es más sensible

Esto sucede porque la barrera de hidratación cutánea está comprometida. Los irritantes pueden entrar más fácilmente y el agua se evapora con más facilidad. Si quieres que tu rostro sea menos sensible, debes hidratarlo o humectarlo de forma tópica para reparar la barrera.

6. La piel seca (que no produce suficiente grasa) no puede retener bien el agua

El aceite es lo que mantiene el agua sellada en la epidermis, por lo que sin aceite, la piel no puede retener el agua correctamente.

Una buena forma de entenderlo es pensar en el cuero, que puede secarse y endurecerse con el tiempo y requiere un acondicionamiento frecuente con una grasa para mantenerse húmedo y flexible. Si se aplica agua al cuero, lo único que se consigue es secarlo y agrietarlo.

Sin aceite, el agua aplicada se evapora rápidamente, ¡llevándose consigo el resto del agua existente en el cuero!

7. Para retener correctamente el agua, se necesitan lípidos (aceites)

Estos pueden ser lípidos endógenos (si tu dermis produce naturalmente suficiente sebo) o exógenos, en forma de humectantes emolientes.

8. La piel deshidratada requiere productos suaves

Evita utilizar productos agresivos para el cuidado de la tez deshidratada, ya que pueden provocar sensación de tirantez y dejar un rostro que parece seco, pero que en realidad no lo está.

En su lugar, busca productos que contengan hidratación a base de agua. Esto se aplica a todo, desde el limpiador hasta la crema hidratante.

9. Para los tipos de piel grasa propensos a las imperfecciones, el objetivo es reducir el sebo

La grasa puede contribuir significativamente a la aparición de granos. Aunque el objetivo es reducir la actividad de la grasa, no hay que acabar con ella del todo. Si lo haces, la piel se encuentra en un estado vulnerable y puede producirse una pérdida de agua. Esto puede provocar tirantez y descamación.

Esta es la razón por la que muchos productos centrados en los brotes de acné son secantes. Quieren eliminar la grasa y las bacterias de la piel. Sin embargo, esto puede ser contraproducente, ya que pueden hacer que la piel responda produciendo aún más grasa, lo que puede provocar más acné.

En su lugar, utiliza productos que reduzcan la grasa y ataquen las bacterias sin ser agresivos ni irritantes. Me encantan los productos de la gama Anti-Acné de Nezeni, que trabajan en profundidad dentro de los poros, pero no causan sequedad excesiva.

10. Es importante elegir bien la crema hidratante

Las cremas hidratantes se componen de humectantes y emolientes. Los humectantes atraen el agua a la piel. Los emolientes retienen el agua. Todas las cremas hidratantes contienen una mezcla de ambos, pero el porcentaje de cada uno puede variar.

Si tienes la tez grasa o mixta, es probable que produzcas suficiente grasa, que es un emoliente natural. Por lo tanto, deberías optar por una loción más ligera que contenga más humectantes y menos emolientes. Por el contrario, si no produces grasa, entonces necesitas una crema más rica con más emolientes. Estos actuarán como un sello y protegerán la piel de la pérdida de agua.

Recuerda aplicar esta información en función de cómo esté tu piel HOY. La tez cambia con la edad, y es importante centrarse en el aquí y ahora, no en cómo era hace años. ¿Lo has entendido?

Conclusión

La piel deshidratada tiene falta de agua, mientras que a la seca le falta grasa. Por otro lado, es fundamental retener la humedad y prevenir las líneas de expresión a medida que envejecemos, y ahí es donde entran en juego los aceites y otros oclusivos.

Si tienes alguna duda acerca de nuestros productos o protocolos de belleza, estaremos encantadas de ayudarte a través de nuestro contacto: [email protected].